Me encuentro quietecita y concentrada comiendo una pizza después de fumar, todavía en casa de Matos. Es la after pizza, porque en verdad, ya nos habíamos comido la pizza casi entera. Es que me dieron los munchies.
Matos es perfecta compañía, un hallazgo raro, un lujo, un personaje en mi historia. Es Matos, el que mide seis con tres o Matos, el que tiene un alma viajera como la mía. Y claro, Matos, el que no hace preguntas, el que se va para Australia tres meses después de haber recogido los escombros de mi aterrizaje forzoso. A veces somos una escena, como cuando salta sobre mi cabeza igual a un gato. Es la celadora de su puerta mi almohada.
De repente, hoy me da miedo pensar que estoy sola y se me ocurre la loca idea de tatuarme debajo del dedo de cada pie, del derecho en rojo, del izquierdo en azul, respectivamente: corageusa y obrigada. Por aquello de las energías activas y receptivas. Y me propongo celebrarlo si llego al año. Y me propongo comprarme una cama si llego al mes. Y ya hoy conseguí trabajo. Y así sucesivamente...
Mi apartamento nuevo, en el que abandonaré a Matos, no tendrá mares (ni celos), pero tendrá un hermoso balcón que plantare de geranios, sábilas y hamacas. Está lleno de proyectos, como un taller de escultura, clases de yoga y un jevo que despierte allí los domingos. Pero sólo lo domingos.
El camino de la casa de Matos a la mía, será el brique de Redenção, mi fiesta de los domingos, y pienso transitarlo chimarrão en mano para sentarme a mirar los malabares sobre la grama caliente o a escuchar las guitarras. Estará Matos, estará Chuc, estará Biel, estará la novia de Igor. Sólo faltarán los mares (y los celos) para evitar incomodidades. Y sólo sentiré saudades de Tió si es que gana el Inter, sino ni su ausencia consigo notar, aunque es mentira.
Quisiera agradecer a mi abuela y a Ángela, a la Virgen del Perpetuo Socorro, a Charlie Rodríguez, a Yemayá, a Nuestra Señora de la Candelaria y al Divino Niño Negro, a Matos, a Tió, a todos los rosarios rezados, a todas las velas prendidas, a todos los pensamientos pensados; a todas la señales de humo que han cruzado el Atlántico. Keep it coming.
3 comments:
Amén-
bravo ana!
Feliz apartamento novo! Que a aterrizagem forçada seja prenúncio de uma estadia fantástica em Porto Alegre (depois da tempestade vem a bonança)
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